LIMPIEZA
Y CONSERVACIÓN DE ALCACHOFAS
INGREDIENTES:
Ä
15 Grs.
de harina por litro de agua.
Ä
Zumo de
un limón y medio.
FORMA
DE HACERLO:
Con las alcachofas no se
puede utilizar el aluminio. La alcachofa se corta con un cuchillo por su base
como si fuera una patata, teniendo cuidado de no profundizar mucho, pues es
donde tienen la carne. Por la parte de las puntas se corta un buen trozo. Hay
que tener en cuenta que se usa únicamente el corazón de la alcachofa.
En la tartera/olla/cazo... donde vayamos
a cocer las alcachofas, se pone un poco de harina y a continuación se le añade
un poco de agua. Con las manos se deshace la harina y se echa más agua. Se le
añade el zumo de un limón y medio. El agua tiene que quedar lechosa. También se podría mezclar la harina y el agua con un batidor. A este líquido lechoso se le denomina también "caldo blanco".
Una vez que está así
cortada, con el aparato de hacer bolitas redondas para las patatas, se le saca
el centro de la alcachofa, que está formado por una serie de pelillos, que se
deben de retirar.
Se frota la alcachofa, nada más cortarla, con ½ limón y acto
seguido se mete en la tartera con la disolución de harina que hemos preparado,
procurando que se moje muy bien al
meterla.
El limón evitará que se oxide.
En esta agua, con la harina
y el limón se cuecen. Y luego si queremos conservarlas también se dejan en esta
agua. Cuando las cozamos, utilizar una cuchara para revolver que no sea de aluminio.
Hay que tener la precaución de revolver al principio pues la harina tiende irse
al fondo.
También se pueden cocer
enteras, dejándolas con rabo, y con un cuchillo le rebanamos las hojas más
duras y le limpiamos el tallo para que queden más bonitas y finas.