martes, 26 de abril de 2011

MI PRIMERA COMUNIÓN Y EL HELADO DE LIMÓN




A TODOS LOS QUE ENTREIS POR PRIMERA VEZ, IR A LA ENTRADA DEL 22 DE FEBRERO, DONDE PIDO AYUDA MÉDICA, MEDIANTE INFORMES, CONTACTOS, TLFNOS...
CUALQUIER COSA SERÁ  BIEN RECIBIDA.
LOS QUE SEPÁIS ALGO, DEJARME LOS DATOS EN ESTA ENTRADA.
GRACIAS A TOD@S.



Por aquellas épocas  y bajo una educación católica, hacíamos la primera comunión a la edad de 7 años, cosa imposible  hoy en día, en que se piden los 9 años cumplidos.
Al ser la 5ª de 10 hermanos y la segunda de las chicas, me tocaba hacer la comunión con mi hermana mayor: Pachi, quien ella con 8 y yo con  7, celebramos juntas dicho evento.

Con la simplicidad de mis 7 años,  estaba convencida de que tras recibir la primera comunión, se iba a producir un cambio radical en mí: ¡sería una buena niña! ¡No haría más trastadas! ¡Sería perfecta!

Estaba totalmente convencida de ello, la educación recibida por aquel entonces, dejaba su huella en mi personita:  ¡Cambiaría y sería otra!

Para tal día, nos prepararon durante un año: catequesis y el rezo del misal, estaban entre nuestras obligaciones. Con velo, acudíamos a las primeras misas, donde unas palabras en latín, me dejaban algo confusa y sin gran entendimiento de lo que realmente nos decían.

Aún así:  ¡ yo cambiaría !, estaba convencida de ello y con esa ilusión de que iba a ser “buena”, iban transcurriendo los días, hasta que a principios de junio, llegó el día señalado.

UNA BUENA PIÑA
     
Nos vestimos, las 2 hermanas igual, con un vestido blanco, elaborado con la gasa del traje de novia de mi madre.
 Glorita Riveiro, la modista de la familia, se encargó  de confeccionar los 2 vestidos exactamente iguales, preciosos. Con un pequeño velo, que salía del pelo, recogido éste en un moño y con una corona blanca de flores.
Con un pequeño misal forrado en seda blanca y un rosario de nácar, fuimos a la Iglesia, donde D. Jesús, el párroco nuestro, celebró el sacramento.

Pero no experimenté ningún cambio, esperaba algo…pero nada ocurría, seguía siendo la misma de siempre; con pesar y tristeza, confié en que en los días venideros se produjese el milagro: yo sería una buena niña.

No fue así, seguí siendo una niña normal, traviesa y activa, cariñosa y muy unida a Nieves y a los míos.

FOTO DE LAS BROCHETAS
Ese día, tras la ceremonia religiosa, tuvo lugar la fiesta nuestra. Éramos muchos, muchos niños y niñas, corriendo por el jardín de Vista Alegre.


Tras mudarnos de ropa, nos vistieron con un traje camisero de seda con rayas verticales en vivos colores. 
Una coleta y estábamos listas para empezar nuestra fiesta. ¡Abrir regalos! 
Eran muchos, de algunos ni me acuerdo, pero otros me quedaron grabados: un reloj suizo por parte mi abuela Pacita, una sortija de oro con una perla de mi Tia Elenita, una medalla de la virgen de los milagros, rodeada de perlas de mi bisabuela Elena,  pulseras de plata con formato de aros, marcos de plata de fotos, medallas de la virgen…y  una medalla en nácar y platino, de la virgen María, regalo de mi madre, con pequeños brillantes en la aureola.

La emoción de ese día, creo que nos impedía razonar coherentemente, entre regalos, vestidos y la fiesta, no cabíamos de gozo.

Tras la merienda, abundante y magnífica, llegó la hora del helado.

Enormes cubetas de helado de limón, se iban abriendo y repartiendo entre todos los niños, los mayores iban depositando bolas de helado sobre cucuruchos de galleta crujiente. Era algo magnífico.

Increíble es pensar que entre tanta cosa, quede en la memoria el sabor de un helado de limón, un vestido de rayas y unos regalos.

Los mayores, tíos, primos y mi bisabuela Elena, no paraban de hablar y de mirarnos. Debíamos ser,  todo un espectáculo.

Recuerdo ese día como algo especial  , a pesar de no producirse el milagro del cambio.
 Seguí siendo la niña de siempre, “la Bola”.



FOTO DEL TOMILLO LIMÓN


Os dejo un helado,no de limón que me parece muy fácil, pero si un sorbete de mango y piña, con brochetas de los mismos ingredientes.
Es una delicia y es distinto. 
Disfrutarlo.


BROCHETAS DE MANGO Y PIÑA AL TOMILLO LIMÓN Y SU SORBETE




Para las brochetas:

500 gr. de piña + 500 gr. de mango + 4 vainas de vainilla seca + 2 ramitas de tomillo limón


Para el sorbete de piña y mango:

250 gr. de agua + 60 gr. de azúcar + 1 clara de huevo + 300 gr. de piña + 150 gr. de mango


1-       Cortar  la piña y el mango en cuadraditos pequeños (2 * 2 cm.). Hacerles un agujero en el centro e insertarles la ramita de  vainilla seca; espolvorear con la flor de tomillo limón.

2-       Para el sorbete: Hervir el agua con el azúcar, añadírsela a la piña y el mango previamente cortados. Incrementar una cucharada de zumo de limón y la clara de huevo. Triturar todo en la Thermomix y dejar enfriar.

3-       Crujiente de coco: calentar la glucosa en micro, extender sobre silicona con pincel y espolvorear pon encima coco rallado. Hornear a 170º C hasta que tome algo de color.

4-       Presentación: saltear las brochetas en mantequilla clarificada y espolvorear con azúcar.  Reservar sobre papel absorbente.

5-       Presentarlas superpuestas, sobre l quenelle de sorbete y sobre una rodaja de mango. Decorar con el crujiente.


6- También se pueden intercalar cumquats (naranjas chinas), que le aportan un toque ácido y gajos de cítricos.

-         Acompañar con vino Pedro Ximénez. Le va estupendamente.


Disfrutarlo!!!

viernes, 15 de abril de 2011

ANTONIO EL JARDINERO Y LA CABEZA DE MERLUZA COCIDA


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Ante todo, perdonar mi atraso, no me he encontrado muy bien y no he estado con los ánimos para mucho, pero ya algo mejor, retomo mi blog y os dejo algo.
Me escaparé a mi refugio esta semana, sin internet, salvo que vaya a la ciudad más cercana... y aún así espero, poder dedicaros tiempo.
Pasar una buena semana santa.



Viendo mi césped, me viene a la memoria el jardín familiar, el de Vista Alegre.



Si recuerdo el césped que había: Verde intenso y a Antonio, el jardinero, que siempre  enterraba tornillos y hierros pequeños y oxidados en la tierra, me decía que eso era bueno…sin saber el  porqué funcionaba. 


El hierro mata al musgo y alimenta el césped, ahora lo sé, pero con 10 años no entendía nada.



Antonio, era un hombre muy sencillo, humilde y generoso, con las manos muy gastadas de trabajar en el jardín, la ropa desgastada, los zapatos roídos  y … con una sonrisa franca y sincera.



Con una vida dura y no exenta de dificultades, se pasó la mayor parte de ella con mi familia.


Era uno más, alguien especial; era Antonio.


Me guió en mis primeras andanzas por la huerta, a quien veía plantar los tomates, las patatas, las cebollas, el maíz dulce…quien abonaba y hacía compost, quien todos los días encendía una lumbre, en una habitación  muy humilde y se preparaba su comida.




Esta casi siempre consistía en una cabeza de merluza cocida con patatas, algo de aceite y una buena hogaza de pan.
Otras veces, se preparaba un pequeño guiso de patatas, con alguna verdura y algún trozo de pollo. Pero su preferida, era la cabeza de merluza.


Me quedaba a su lado, ensimismada, viendo como encendía la lumbre, como con sus manos manchadas de tierra, gruesas y llenas de callos, preparaba su comida. Como cogía un trozo de pan y se servía un buen vaso de vino tinto.


A veces me reñía con dulzura: “Bola, (así me llamaban) no debes estar aquí, vete a casa”. 


Pero me quedaba, le hacía compañía y me gustaba ese momento.


Hablaba conmigo como si fuese su nieta, con cariño, con alegría.
Decididamente, me gustaba estar con él, y quedarme cuando preparaba su comida.

En un pequeño cuarto, todo de piedra,  con poca ventilación y situado muy cerca de las casas de los animales, tenía Antonio su refugio, donde descansaba y comía cada día.

Un taburete de madera, una silla de enea y una pequeña mesita, eran  todos los muebles que daban vida a aquella entancia.


Y sin embargo, siempre comía sentado en la silla, con la cazuela apoyada en sus piernas, pero nunca en la mesita.

A pocos pasos, la cuadras, con distintas dependencias para cada animal.


En una, la yegua de mi madre: “La Jaca”, en otra 2 vacas y en la cochiquera unos cerdos.


Un partió rodeaba todas la dependencias, con una buena fuente de agua y una jaula de conejos.
Las gallinas y otras aves, estaban situadas no muy lejos, pero algo apartadas de esta zona.





Cierro los ojos y parece que lo estoy viendo…





Sobre las brasas, en su pequeña cazuela esmaltada en rojo, se preparaba su almuerzo, sencillo, demasiado sencillo pensaba ya por aquella época, siempre pendiente de que los demás tuviesen más de lo que tenían, de alguna forma, me parecía injusto que existiesen esas diferencias, que  unos comiesen en ese cuartucho y otros lo hiciésemos en grandes comedores.



Siempre me sentí a disgusto con ese tipo de cosas, con una rara sensación que  se producía en mí, cuando alguien del servicio de la familia, no tenía lo mismo que yo tenía.

Se perfectamente, que la vida es así, pero duele cuando quieres a alguien y ves, que no tiene lo que tu si tienes.



Pero centrándonos en Antonio; en este buen hombre, que murió rondando los 90 años y que hasta el final de sus días siguió trabajando de jornalero-jardinero para mi madre; me trasmitió un amor por las plantas, por el campo, por la naturaleza, que ahora, en plena madurez de mi vida, me doy cuenta de la gran suerte que tuve de conocerle y de conocer a personas tan carentes de cosas materiales pero “ricas” de sentimientos y de vida.



No recuerdo ni una sola mala contestación por su parte, ni una pequeña riña, incluso, cuando sin querer, le pisaba una planta recién plantada…


Jamás me dijo nada que no fuese agradable, y con esa humildad propia de quien no tiene nada, nunca mostró el menor desaire o un malestar ante una niña , que en principio lo tenía todo.

Antonio, nuestro fiel Antonio, que pasó más horas con mi familia que con la suya propia, quien jamás dio un no por respuesta, quien, desde su humilde posición, me trasmitió algo grande y valioso: El amor por la tierra.



A él le dedico esta entrada y a vosotros una merluza chomín, no tan simple como la de Antonio, pero realmente sencilla y sabrosa.


Espero que os guste y que este amor por la naturaleza que siento, lo pueda transmitir a cada uno de los que me leéis.




Como siempre muchas gracias por visitarme.

MERLUZA CHOMIN

INGREDIENTES:

·         1 MERLUZA EN RODAJAS
·        2 DIENTES DE  AJO LAMINADOS.
·        15  ALMEJAS.
·        ACEITE DE OLIVA VIRGEN EXTRA
·        PEREJIL FRESCO MUY PICADO
·        FUMET: CALDO DE PESCADO.
RAMITA DE ROMERO PARA DECORAR
                      
ELABORACIÓN:

·        ABRIR LAS ALMEJAS EN UNA SARTÉN CON UN POCO DE AGUA Y VINO BLANCO. COLAR  EL LÍQUIDO SOBRANTE Y  RESERVAR.

·        DORAR  LOS AJOS EN UNA SARTÉN CON UN POCO DE ACEITE.

·        AÑADIRLE LAS RODAJAS DE  MERLUZA SALPIMENTADAS Y ENHARINADAS (VUELTA Y VUELTA).  NO DEBEN DORARSE, SÓLO UNOS SEGUNDOS PARA FIJARLES LA HARINA. RESERVARLAS EN UN PLATO.

·        EN LA MISMA SARTÉN O CAZUELA, AÑADIR ALGO DE HARINA. REMOVER FORMANDO UN “ROUX”

·        AÑADIR EL FUMET (CON SU PUNTO DE SAL),  POCO A POCO Y EL  LÍQUIDO DE LAS ALMEJAS. SE FORMARÁ UNA “VELOUTÉ” QUE ES COMO UNA BECHAMEL, PERO QUE EN LUGAR DE LLEVAR LECHE, LLEVA UN POCO DE CALDO.

·        DEJAMOS COCER UNOS MINUTOS, HASTA QUE QUEDE CREMOSA.

·        AÑADIMOS LAS RODAJAS DE MERLUZA Y LES DAMOS UN HERVOR SUAVE DE UNOS 4 MINUTOS, AÑADIMOS LAS  ALMEJAS , UN PEQUEÑO HERVOR Y FINALMENTE EL  PEREJIL BIEN PICADO.

·        ROCIAMOS POR ENCIMA CON UN SOFRITO HECHO CON MAS  AJOS LAMINADOS Y DORADOS EN ACEITE DE  OLIVA. DEBEN QUEDAR BIEN DORADOS.

·        SE CONSUME INMEDIATAMENTE.


NO ES COMO LA CABEZA DE MERLUZA DE ANTONIO, PERO MERECE LA PENA.


miércoles, 6 de abril de 2011

TRAS DÍAS DE SOL...VUELVE LA LLUVIA Y UN BUGADER PONE REMEDIO




A TODOS LOS QUE ENTRÉIS POR PRIMERA VEZ, IR A LA ENTRADA DEL 22 DE FEBRERO, NECESITO AYUDA MEDICA, MEDIANTE INFORMES Y CONTACTOS. TODO LO QUE TENGÁIS SERÁ BIEN RECIBIDO, DEJAR UN COMENTARIO EN ESTA ENTRADA O BIEN EN EL CORREO: elenazulueta@hotmail.com

A TODO@S MUCHAS GRACIAS POR VUESTRA AYUDA



 NUESTRA PARRA
 EL REFUGIO
 MIS CEBOLLAS NUEVAS
 "BOBO", EL BOBTAIL.
 LAS GALLINAS
 LOS RESTOS DEL NAVICOL
 ALGUNAS DE MIS LECHUGAS
 EL RODODENDRO
 UN ESCONDITE
 LOS NUEVOS GUISANTES
 LOS AJETES TIERNOS
 MIS OCAS Y PATOS TORCIDOS
 MAS VERDURAS, LAS SEMI- NUEVAS Y LAS RECIÉN PLANTADAS
 MIS COLES Y MIS PUERROS AL FONDO
 OTRA VEZ MIS ANIMALITOS


 MAS ANIMALITOS
MI GRAN REFUGIO


Con impaciencia y nerviosismo me encaminé hacia mi refugio, todo parecía estar bien, a pesar de un pequeño dolor que con cierta timidez, iba avisándome…
La finca rebosante de luz y colorido; con los robles  ya en plena floración y las hortensias bastante altas, hicieron que por un rato no hiciese caso a esas pequeñas señales que me iban llegando, que inevitablemente se iban acelerando y dejando constancia de su existencia.
Empecé a temerme lo peor…tal vez todo volvería a repetirse, pensé mientras observaba como iban creciendo mis guisantes. Quise agacharme y una punzada fuerte detuvo mi movimiento, no podía, sencillamente no podía, el dolor era fuerte, agudo y lamentablemente,  en el interior de mi subconsciente se disparó la alarma. Otra vez!!!
Me sentí como cuando después de unos días de sol, llega de golpe la lluvia, que apaga todo, que todo lo moja y nos deja algo apagados.
Pese a ser consciente de lo que eso significaba, me levanté y caminé por el jardín, sonriendo a mis hijos y acariciando a nuestro perro, “BOBO”, un Bobtail precioso. Cualquiera que me viese, jamás pensaría lo que me  estaba pasando en esos momentos.
Con ayuda de un vecino, Avelino, plantamos 200 cebollas, realmente me las plantó él, mientras yo miraba  cada flor, cada arbusto y respiraba profundamente. Sentada sobre una piedra, descansando y tratando de respirar con calma, me fui dejando llevar, mis pastillas, siempre conmigo, ayudaron a que el dolor fuese menguando a los 20 minutos, mientras una a una las cebollas se iban “espichando” en la huerta.
Decidida a seguir luchando y a no dejarme hundir, hice acopio de todas mis fuerzas, pocas e insuficientes, pero las necesarias  para animar a mi familia, a mis hijos y aportarles un toque de alegría a sus vidas.

Decidí no decir nada de mi estado, callármelo y dejar que el fin de semana fuese feliz en todo lo posible,  y puesta a ello abrí una botella de “BUGADER” DE 2005, de la bodega Joan D´Anguera, un tinto de la región de Monsant, formado por uvas Syrah y Garnacha. Decidí darme ese lujo, cansada de tanta adversidad y luchando contra un enemigo invisible, me dejé llevar por mi instinto, un buen vino, servido a unos 12 grados, en unas copas balón, hicieron que durante un rato no me acordase de mi problema.
Olvidándome del dolor que  persistía en no alejarse,  preparé unos buenos quesos, nada recomendados para mí en estos momentos, pero que en esas circunstancias, realmente  me fue indiferente.
Un chapata casero, cortado en rodajas finas y suavemente dorado al horno, aportó  su puntito de exquisitez. No tenía apenas apetito y con unos pocos de fiambres que siempre tengo en reserva, le dieron el remate al menú improvisado.
La verdad es que para quienes no conozcáis este vino catalán, os diré que es realmente bueno,  algo elevado de precio,  sobre los 37 € la botella  PVP  y evidentemente a menos precio a profesionales. Aún así mereció la pena tomarlo.
Dejé pendientes unas carrilleras para el día siguiente, de las cuales os dejo la receta y la forma de elaborarlas. Ese día, no fui capaz de meterme en la cocina.
Y ahora, de vuelta a Vigo, he tardado casi 3 días en tomar fuerzas para abrir el blog, para desahogar de alguna forma, tal vez toda la ira que arranca dentro de mí, esa indignación que me hace sentirme a disgusto hasta conmigo misma. Esa misma ira que me empuja a seguir luchando, a seguir buscando y a tratar de sonreír siempre, pase lo que pase.
Perdonarme este abandono temporal del blog, el haber tardado tanto en contestaros, pero realmente no fui capaz de más, no pude.
Os dejo mi receta, es realmente buena y si podéis daros el lujo de compartirla con ese BUGADER, no lo dudéis, hacen un maridaje perfecto.

CARRILLERAS DE CERDO IBÉRICO AL ARMAGNAC

1 kilo de carrilleras bien limpias
Algo de harina para enharinarlas
Sal  y pimienta blanca, bolas de pimienta rosa y de pimienta verde.
Un buen vaso de armagnac
Una mirepoix de : cebolla, zanahoria  y puerro. Al menos 2 unidades de cada.
Caldo de ave, casero y bien reducido.

PREPARACION:
Salpimentar las carrilleras, y pasarlas por harina, dorar en aceite de oliva virgen y reservar en un plato.
En la misma olla, dorar la bresa o mirepoix y dejarlas dorar, añadir las bolas de pimienta, introducir la  carne y regar con el coñac. Flambear y añadir el caldo.
Dejar cocer casi 3 horas a fuego muy lento. Al final, en los últimos 20 minutos añadir litchies pelados y sin su pepita o bien rambután si lo encontráis, es una mezcla fantástica. Con una bandeja os llega.
Dejar reducir la salsa y acompañar de un arroz blanco.
Al final del todo espolvorear con perejil fresco y cebollino, finamente picados, darles un pequeño hervor de unos minutos.

Espero que lo disfrutéis.
Un abrazo


viernes, 1 de abril de 2011

UN VIERNES, LA PRIMAVERA Y...MIS ESCAPADAS

A TOD@S LOS QUE ENTRÉIS POR PRIMERA VEZ, ACUDIR A LA ENTRADA DEL 22 DE FEBRERO,DONDE PIDO AYUDA MÉDICA A UN PROBLEMA QUE TENGO, SÓLO DIRECCIONES, CONTACTOS...OS DEJO UN CORREO DONDE PODÉIS DEJAR ALGO, LO QUE SEA O BIEN DEJAR UN COMENTARIO EN ESTA ENTRADA.
elenazulueta@hotmail.com


A TOD@S GRACIAS POR VUESTRA AYUDA


Hoy es viernes, por fin tras una larga semana, se aproxima el descanso, el leve y moderado descanso al el que tantos aspiramos después de una dura semana.
27 grados!!!
La primavera entra en mi piso, la luz prenetra a raudales, poco a poco se inunda todo de luz y hace calor. Otra vez    mi mente se escapa, se aleja, se va sin mi consentimiento, y se vuelve a alejar en busca de ese refugio, tan privilegiado que tengo, tan aislado...algo parecido al de mi infancia...


¿como estarán mis plantas?


¿Habrán crecido mis trigueros?


Pienso...sigo pensando...me atrae volver, escaparme...huir...


La ciudad es bonita, pero no es lo mío, la calma del campo, me atrae, me seduce, me llama y hasta oigo su voz....!ven Elena,ven!


Mi infancia privilegiada, estuvo llena de calma, de paz, de deambular por jardines y de subirme a los árboles, de vivir años, días, horas con mis tios-primos los Oya Pardo, con quienes me crié.


Al son de sus voces, fui creciendo y bajo la atenta mirada de Nieves y de mi bisabuela Elena Salgueiro, fuí aprendiendo, educándome. Fui respirando cada partícula de aire, cada terrón de tierra, cada manjar...


Recuerdo cada detalle vivido con intensidad, sus chistes, bromas...el compartir la cama con mis tías: Paz, Gloria,Pili...el jugar al "memorian" con mi tío Mito, reírme y subirme a la moto de mi tío Pepito, de su hermano Javier, de Jaime(la negra,como de broma le llamábamos), de Gonzálo, el médico radiólogo....


Pero eran días de calor humano, de amor auténtico, de sentimientos, que perduran tras más de 40 años transcurridos. De sensaciones profundas...de calidad familiar... y mientras escribo sigo oyendo su voz  !ven Elena, ven!, no me deja quedarme, me manda llamar, que vaya...


Vuelvo a pensar en mi infancia y vuelvo a pensar en mi refugio: Vista Alegre, con el mismo nombre que el de mi infancia,  con el mismo sentimiento...con el mismo amor.


Me dejo llevar...no me voy sola, ellos siempre van conmigo, dentro, muy dentro de mí.
Nieves, siempre a mi lado, no la veo, pero la presiento, no la oigo, pero me habla....La bisa, me vigila, me sonríe...me da palmadas en el hombro, me anima...


Me escapo, es fin de semana, mis plantas me llaman, mi huerta me atrae... haré fotos, muchas fotos y os las traeré...
Llevo mi maletín lleno de recuerdos, van conmigo, no se pueden separar; y me sigue llamando... sigo oyendo su voz, es como un susurro, tentador, inconfundible...el calor aumenta su sonido, la temperatura lo hace más diáfano...sigue llamándome....no me resisto y decido dejarme ir, marcharme, escapar...


Volveré el lunes, nuevas ideas, nuevos platos, muchas fotos y miles de recuerdos.


¿se habrá muerto el musgo? me pregunto en un instante...


Lo veré dentro de poco, de muy poco...
Se me hace tarde, la llamada se repite y me impaciento, !me tengo que ir!


Os deseo un buen fin de semana, con paz, tranquilidad, con amor....
Miles de recuerdos nos acompañan....


FELIZ FIN DE SEMANA


UN VIERNES, LA PRIMAVERA Y...MIS ESCAPADAS

Hoy es viernes, por fin tras una larga semana, se aproxima el descanso, el leve y moderado descanso al el que tantos aspiramos después de una dura semana.
27 grados!!!
La primavera entra en mi piso, se inunda todo de luz, hace calor y   mi mente se escapa, se va sin mi consentimiento, se vuelve a alejar en busca de ese refugio, tan privilegiado que tengo.
¿como estarán mis plantas¿
¿Habrán crecido mis trigueros?
Pienso...sigo pensando...me atrae volver, escaparme...huir...
La ciudad es bonita, pero no es lo mío, la calma del campo, impregnada en mí, desde mi niñez, puede con todo el resto vivido, mi infancia en VistaAlegre, predomima mis sentidos, lo abarca todo, me sigue seduciéndo, llamándo...lo oigo como si pronunciase mi nombre...!Elena ven!
Fue una infancia privilegiada, rodeada de amor, de ternura, con unos