Cuantos días, cuantas horas…y se os echaba en falta, a pesar
de la mala racha que he pasado y que va disminuyendo lentamente…siempre me
quedaba la esperanza de leer, de tratar de volver, de arrancar de nuevo.
A lo largo de los años, me he ido acostumbrando a sembrar y
recoger, para volver a sembrar incluso lo ya sembrado, muchos años arrancando
de nuevo, empezando otra vez.
Finalmente siempre salgo con la mía, acabo venciendo aunque
al menos sea temporalmente, pero me llega, es suficiente, no puedo pedir más.
A pesar de que mis problemas siguen, me vuelvo a sentir
mejor, más animada y con ganas de emprender un nuevo vuelo, de dejarme llevar y
subir alto, muy alto, hasta casi rozar las nubes y divisar todo con calma, sin
prisa y aprovechar de todo lo que tengo, que es bastante.
Muchos de vosotros me habéis ayudado mucho y eso siempre os
lo agradeceré.
Ayer, después de mucho tiempo, inicié un nuevo curso para
camareros.
Me lo puse como objetivo a cumplir y logré hacerlo.
Los alumnos están en régimen penitenciario y contra todo
pronóstico, me he llevado una gran alegría al conocerlos.
Saber de sus problemas y darme cuenta de que los míos no son
nada si me comparo con ellos.
Gente que lo está pasando mal, por errores cometidos en el
pasado, con un futuro incierto y con una respuesta de la sociedad algo negativa
hacia ellos.
Motivos más que suficientes para que me embarcase en ese proyecto, por tratar de conseguir que
superen esa barrera, que unos cuantos consigan un trabajo estable, que de los
15 unos puedan reiniciar su vida, sin su pasado, sin su dolor y con una nueva esperanza.
Me dieron una lección de humildad, al darme cuenta de que
hay mucha más gente que yo con muchos problemas y muy serios, puede que no sean
problemas médicos, pero al fin y al cabo, son problemas.
Darles clase fue un momento casi mágico, ver como poco a
poco iban sonriendo y abriéndose conmigo, un momento único, irrepetible, que me
llegó para levantar mi maltrecho ánimo y sentirme aliviada y hasta ridícula.
A ellos va esta entrada, a ese colectivo de difícil
inserción laboral, que con sus errores grandes o pequeños, tienen derecho a una
segunda oportunidad y yo estoy dispuesta a dársela.
Y ya que el curso es de camareros os dejo la receta de las
crepes suzette, que es una de las cosas que tienen que hacer delante del
comensal o cliente.
Espero que os guste y me alegra estar de vuelta.
Miles de gracias por vuestro apoyo.
CRÊPES SUZETTE
INGREDIENTES:
- 125 grs. harina
- 2 huevos
- 50 grs. mantequilla
- 250 grs. leche
Salsa naranja:
- 1 vasito zumo de naranja
- 120 grs. mantequilla
- 100 grs. azúcar
- piel de media naranja cortada en juliana
- 6 cucharadas de Cointreau
PREPARACIÓN:
Masa:
-
Mezclar la harina y los huevos.
-
Incorporar poco a poco la leche y por último la
mantequilla derretida
-
Dejar reposar media hora en un sitio fresco
-
Formar las crêpes en la sartén muy caliente con un poco
de mantequilla y dorarlas por los dos lados.
Salsa de naranja:
-
Derretir el azúcar con la mantequilla hasta que empiece
a caramelizar.
-
Agregar la juliana de naranja (blanqueada en agua,
darle un solo hervor y luego pasarla por agua fría para así perder su acidez),
la mitad de Cointreau y el zumo de naranja
-
Dejarlo reducir.
MONTAJE:
-
Pasar las crêpes dobladas en cuatro por la salsa de
naranja y colocar en la fuente.
-
Calentar el resto del Cointreau y regar las crêpes,
flambeándolas.
TÉCNICA:
Obleas de origen francés perfumadas con naranja y Grand-Marnier o Cointreau
-
Crêpe: Mezcla de harina + leche + mantequilla + huevo.
Es importante que reposen. Colar
la masa para que no queden grumos
-
Flambear: Quemar un licor o alcohol para aromatizar.
VARIANTE:
-
Filloas: eliminar la mantequilla en la masa y engrasar
la sartén con tocino. Típicas de Galicia.
-
Las crêpes admiten variadísimos rellenos, tanto dulces
como salados.
-
Ej.: crêpes de marisco, crêpes de pollo y ensalada,
crêpes de bechamel con jamón y queso, crêpes de nata, crêpes de merengue...
-
La masa de crêpes admite una cucharada de azúcar si se
van a servir con dulce ó una cucharada de finas hierbas si se va a utilizar
para salado.
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Se pueden rellenar de crema pastelera o simplemente
espolvorearlas con azúcar.
CONSERVACIÓN:
-
Las crêpes sin rellenar se conservan en congelador o
nevera varias semanas.
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Las crêpes suzette deben consumirse en el momento.
OBSERVACIONES:
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Si la crêpe se pega es debido a que la sartén está
sucia.
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Si la masa no se extiende bien es porque está demasiado
espesa.
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Recomendamos que para flambear los licores estén recién
abiertos para que ardan mejor.